En la segunda mitad de los años sesenta, tras los sorprendentes éxitos que el artista comenzaba a cosechar por diversos rincones del mundo, una revista lo bautizó como «Raphael I, el Conquistador». Muchos acontecimientos habían marcado su trayectoria, pero lo mejor aún estaba por llegar. Pronto, varios países europeos aplaudirían con entusiasmo a aquel artista que parecía ser un auténtico ciclón sin fronteras.
Uno de sus primeros viajes internacionales lo llevó a Turquía y al Líbano entre finales de 1963 y comienzos de 1964. Luego de su estadía en París para grabar un EP con Eddie Barclay, esta sería la segunda ocasión en que Raphael—ya con la característica «ph» en su nombre pero todavía sin haberse convertido en todo un fenómeno—salía al extranjero. Pasó las primeras navidades lejos de casa en Estambul durante esa transición de año.
Su pequeña gira por Oriente Medio incluyó también Beirut, donde hizo su debut en Le Paon Rouge (El Pavo Rojo), la sala de fiestas del exclusivo hotel Fenicia. Este lugar, emblemático por su relevancia social, también era un foco de gran impacto mediático. En esos días compartían cartel artistas como Petula Clark, quien más adelante invitaría a Raphael a su show en la BBC, y Salvatore Adamo, cuyos éxitos La noche y Mi gran noche serían reinterpretados por el español más tarde.
La gira fue todo un éxito y marcó el principio de un creciente fervor popular fuera de las fronteras españolas. Gracias a la distribución del EP por parte de Barclay, una discográfica con especial influencia en países francófonos, el público libanés lo recibió con entusiasmo absoluto.
Un infarto… periodístico
A su regreso a España, Raphael inició su famosa «tournée del hambre», una gira ambivalente que lo llevó por múltiples provincias del país. Poco tiempo después firmaría contrato con Hispavox, grabaría El tamborilero, conquistaría el Teatro de la Zarzuela, participaría en Eurovisión con Yo soy aquel y consolidaría su posición como número uno en España e Hispanoamérica. Ahora solo quedaba conquistar territorios como Francia, Reino Unido, Italia y Alemania.
Durante una presentación en Portugal ocurrió un curioso suceso que quedó grabado en la memoria tanto del artista como de su familia. Mientras actuaba en México, Raphael recibió una invitación del gobierno portugués para inaugurar un hotel de lujo. Aunque inicialmente mostró reticencia ante el largo viaje que implicaba realizar la presentación y regresar de inmediato a México, terminó aceptando ante la insistencia del gobierno y el ofrecimiento de un avión para su traslado.
El cantante llegó a Portugal acompañado por Dominique, su secretaria; Javier Mir, colaborador fundamental de Francisco Bermúdez; y Paco Gordillo. Como era habitual, cosechó gran éxito durante el evento. Antes de volver a México, hizo escala en Madrid para pasar la noche y visitar a su familia. Sin embargo, al día siguiente mientras almorzaba con ellos, un presentador de Televisión Española irrumpió en pantalla para anunciar que Raphael había fallecido víctima de un infarto en Portugal. Según informaba un cable de agencia: «Lisboa. El joven cantante español Raphael sufrió un ataque cardíaco poco después de participar en el espectáculo organizado por la inauguración del hotel Algarve en Portimão, acto al cual asistía el presidente portugués Américo Thomaz».
Para alivio de todos, Raphael estaba sano y salvo junto a su familia cuando se emitió la noticia. Pocas horas después, dicha agencia rectificó públicamente: «Madrid. El cantante Raphael apareció hoy ante las cámaras de televisión para desmentir la noticia que circuló en algunos periódicos sobre un supuesto ataque al corazón sufrido durante su actuación en Portugal».
En sus memorias, Raphael expresa desconocer el origen de esa información errónea. Algunos medios de la época mencionaron que testigos afirmaban haberlo visto desplomarse tras la actuación, posiblemente debido al cansancio. Un misterio que nunca fue esclarecido. A pesar del incidente anecdótico, Raphael regresaría muchas veces al país vecino en los años posteriores sin mayores contratiempos.
Expansión por Europa
Durante aquellos años, Raphael realizó sus primeros viajes a Gran Bretaña y Francia, marcando un hito en su carrera internacional. El éxito del artista en Europa se consolidó especialmente gracias a sus destacadas actuaciones en emblemáticos escenarios como el Olympia de París, el Savoy, el Talk of the Town o el Palladium en Londres. Triunfar en estos lugares no solo representaba un logro significativo en su trayectoria, sino también una puerta abierta hacia nuevos mercados que seguían atentamente su meteórico ascenso. En una época donde los canales de comunicación eran más limitados que ahora, aparecer en programas de televisión americanos, británicos o franceses se consideraba un gran escaparate, un logro excepcional para cualquier artista español. Por ello, la invitación para participar en programas de otros países se volvía casi obligatoria.
La fama de Raphael crecía tanto que sus presentaciones en «nuevos territorios» ya no eran intentos de darse a conocer; era contratado directamente como una gran estrella. No era como en sus primeras visitas a Turquía o Líbano, donde buscaba oportunidades. En pocos años, su carrera había alcanzado un nivel de total hegemonía.
Tras el especial de Televisión Española emitido en enero de 1970, Raphael viajó a Alemania, país donde ya había estado dos años antes participando en festivales y programas televisivos. En Frankfurt había coincidido con Margarita Cantero, una cantante cubana asentada allí que también había tenido éxito tras competir con él en Benidorm. Además de Frankfurt, su actuación en un especial en Baden-Baden obtuvo gran repercusión. En esa ocasión compartió escenario con artistas prestigiosos como Tino Rossi, quien era considerado uno de los primeros ídolos latinos y un gran vendedor de discos, así como con las gemelas Alice y Ellen Kessler, cuya popularidad destacaba especialmente en Alemania e Italia.
Sin embargo, su visita a Alemania en 1970 tendría una importancia especial. Curiosamente, la semana de su partida hacia Múnich coincidió con una lista de éxitos españoles notable por la calidad de las canciones que dominaban el panorama musical. La lista incluía títulos como Ella (Raphael), Suspicious Minds (Elvis Presley), Something (The Beatles) y Himno a la alegría (Miguel Ríos), entre otros.
En Múnich, la gala Bal Paré 70 fue describida por la revista alemana Bunte Illustrierte -traducida al castellano en colaboración con Canal TV de Argentina- como un evento majestuoso que reunió a importantes artistas internacionales como Shirley Bassey, Margarita Cantero y el ballet Brasiliana 70. Sin embargo, Raphael fue el gran protagonista de la noche. La publicación destacó cómo el cantante español logró conquistar a su exigente público aristocrático interpretando temas como La bamba, Digan lo que digan, Sí pero no, Ave María y Mi gran noche. Además, impresionó a todos al realizar una versión en inglés de I believe y emocionar a los asistentes interpretando La balada de la trompeta en alemán. Aquella actuación fue descrita como un auténtico éxito apoteósico.
La revista alemana además organizó un amplio reportaje fotográfico de Raphael recorriendo los lugares emblemáticos de Múnich, consolidando su imagen como figura internacional.
En las semanas siguientes, la carrera del artista continuó avanzando con momentos memorables sucediendo casi simultáneamente: el inicio del rodaje de Sin un adiós junto a Lesley Anne Down en Palma de Mallorca; una nueva gira por México, Puerto Rico, Venezuela y Argentina; y el icónico dúo con Tom Jones interpretando Jinetes en el cielo para el programa televisivo del cantante galés.
Con motivo de este último acontecimiento, la revista inglesa TV Times, en su edición del 21 al 27 de febrero de 1970, publicó un extenso artículo titulado The acclaim in Spain falls mainly on Raphael (algo así como El aplauso en España cae principalmente sobre Raphael), jugando con la conocida frase del musical My Fair Lady: The rain in Spain falls mainly on the plain (La lluvia en España cae principalmente en la llanura). Sin embargo, esta frase no resulta familiar para el público español, ya que en la versión doblada de la película se adaptó como La lluvia en Sevilla es una maravilla, mientras que en teatro se tradujo como La lluvia en España los bellos valles baña.
El artículo estaba acompañado de una gran fotografía de Raphael en pleno escenario. Aunque cometía un notable error al afirmar que, tras la muerte de su padre, él y su familia se habían mudado de Linares a Madrid, sí ofrecía un completo repaso por los momentos más relevantes de la trayectoria del artista. Comenzaba señalando que, «en escena, es más dramático que un torero y, en algunas partes del mundo, más famoso que los Beatles». Seguidamente enumeraba sus éxitos, aportaba cifras de ventas y recordaba que su anterior temporada en el Talk of the Town de Londres le había valido un contrato reservado únicamente para las grandes estrellas, siendo invitado a regresar el otoño pasado.
Raphael repetía en numerosas entrevistas que todavía se encontraba en el segundo escalón de una larga escalera. Y no faltaba razón. Aún quedaban muchas cosas por suceder. No obstante, también es cierto que ese «segundo escalón» era realmente monumental y, sobre todo, incomparable. Siguiendo esta metáfora, nunca nadie había alcanzado una posición tan destacada con solo dos pasos.
Para entonces, ya había grabado canciones en otros idiomas como inglés y francés. Sin embargo, fue durante aquellos años de auténtica expansión en el mercado europeo que lanzó dos sencillos en alemán con temas como Halleluja (versión alemana de Aleluya del silencio), Natascha, Luciana y Wie ein Bajazzo (Payaso), además de otro en italiano con canciones como Chissà, chissà y Non è vero niente (Digan lo que digan).
El año 1970 fue probablemente su etapa más internacional en Europa. Además de actuar en Múnich y lanzar al mercado el disco grabado en el Talk of the Town, Raphael cerró como invitado especial el Festival Internacional de la Canción de Brașov, celebrado en Rumanía. Según diversos medios, fue la primera vez que un artista español actuaba en un país de Europa oriental. Desde su creación en 1968 y hasta hoy, este festival ha recibido a grandes figuras como James Brown, Diana Ross, Ray Charles, Tom Jones, Jerry Lee Lewis, Josephine Baker, Gilbert Bécaud, Kylie Minogue, UB40, INXS, Ricky Martin, Sheryl Crow o Christina Aguilera. En representación de España han participado artistas internacionales como Julio Iglesias.
Ese mismo año, España estuvo representada en el concurso por Peret, aunque no logró obtener la victoria; el país ganador fue Holanda. Sobre la actuación de Raphael, la prensa rumana resaltaba:Grandes tumultos de entusiasmo ha provocado Raphael durante sus actuaciones en Rumanía […]. Más de una hora permaneció el artista sobre el escenario interpretando veinte canciones. Posteriormente, la policía tuvo que escoltarlo para protegerlo del fervor de sus admiradoras. Raphael recibió muestras de cariño incluso mientras paseaba por la calle.
Rumanía fue solo una antesala para otros países donde su música aún estaba por resonar, como la Unión Soviética, Japón o Australia. El mundo ya comenzaba a abrirse ante él.