Ayer aún

En mi ayer lejano ya
En cada amanecer gozaba al despertar
Vivía sin contar las horas que se van
Tenía juventud y ganas de cantar

El tiempo se llevó los sueños que forjé
En ruinas convirtió las torres que elevé
Negándome la luz y el fuego de mi fe
Segando sin piedad la ilusión que sembré

En mi ayer la vanidad
Me hacía malgastar mi alegre juventud
Estaba confundido y hasta me creí
Que el ritmo del reloj era lento para mí

Andaba sin volver la vista para atrás
Mi lema era «vencer y nunca claudicar»
Seguía los dictados de mi corazón
Mi sola voluntad: primero y siempre yo

El ayer lejano está
Yo pienso que, tal vez, no supe aprovechar
El tiempo que se fue, los años que perdí
Vacío y soledad tan solo queda en mí

La llama del amor he visto consumir
Mi última amistad se niega a proseguir
No sé por dónde andar, no tengo a dónde ir
Ni mano que estrechar, ni puerta en que pedir

Hoy todo terminó, qué lejos queda ya
La fe en el porvenir y la felicidad
Recuerdos del ayer, ardiente juventud
Que ya se fue